Martina Grandori / Foto: Giovanni Santarelli
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5 julio, 2019
Noble de abolengo, de 36 años, amante de la belleza, criado en contacto directo con el buen gusto y acostumbrado a la armonía. Hablamos de Carlo Borromeo, miembro de una de las familias aristócratas italianas más antiguas. Persona educada y tranquila y, a la vez, tenaz. Tanto como para haber transformado —no sin dificultades— una pasión por el diseño y los coches en un proyecto empresarial de gran éxito.
Desde productos Hi-Tech, como el SUP, hasta logos de marcas de lujo: la creatividad no tiene límites.
Milán, 2010. Después de una temporada en España y en San Francisco, con un viejo amigo, Fabio De Silva, fundó el despacho de diseño BorromeodeSilva, dedicado al mundo de los automóviles, del buen vivir y del lujo intelectual. Son muchos los proyectos: desde Garage Italia, espacio abierto por Lapo Elkann en Milán, hace menos de un año, hasta una serie de cajas con un fuerte impacto estético, desarrolladas para Driade; desde las librerías Taschen hasta la edición especial del icónico Fab 28 de Smeg, en colaboración con Italian Independent, pasando por la librea del catamarán de la competición Malizia del Yachting Club De Mónaco; y por Blue Box, un dispositivo innovador para la automedición de los valores de la sangre. La más reciente: Superfluid, una marca de lujo de accesorios náuticos que incluyen una canoa y un Sup de última generación.
La marca encarna de la mejor manera los valores del estudio BorromeodeSilva: una síntesis perfecta entre investigación e innovación, entre estética y técnica constructiva. El producto estrella de la marca es Sup (acrónimo de stand-up paddleboard), presentado en la última edición de la Design Week de Milán, que representa el punto de llegada de incalculables horas de trabajo y esfuerzos, y el fruto de las experiencias técnicas, artesanales y estéticas adquiridas a lo largo de los años. Para alcanzar este resultado, la creatividad high-tech representa el corazón del proyecto empresarial.
Pero, ¿qué es exactamente un Sup? Utilizado en la antigüedad por polinesios y hawaianos como medio de transporte, hoy es el nuevo juguete de muchos deportistas, punto de encuentro entre surf y canoa. Del surf toma el deslizarse en el agua estando de pie sobre una tabla, mientras que de la canoa toma el remo. Inspirado en la elegancia de los mamíferos acuáticos y en el movimiento sinuoso que les permite salir a la superficie a respirar, gracias a su monocasco de 11 kilos distribuidos en 3.8 metros de extensión, permite alcanzar prestaciones agonísticas en el agua, garantizando siempre el equilibrio, gracias a los estudios de fluidodínamica aplicados al chasis.
Un proyecto creado desde cero del cual el despacho BorromeodeSilva está muy orgulloso: un equipo de diez jóvenes, todos con menos de 40 años, todos formados en los años de la crisis y, por lo tanto, muy pragmáticos; mucho trabajo en equipo, roles complementarios y mu- cho respeto: éstos son los denominadores de un éxito creciente. “Superfluid es un sueño hecho realidad para diseñadores y grandes aficionados de los deportes náuticos y de la tecnología más avanzada, como nosotros —cuenta a Gentleman Carlo Borromeo—.
Es un punto de encuentro entre investigación, innovación, estética y alto rendimiento”. Hecho por completo en Italia, dentro de un radio de 50 kilómetros de Milán, está en estrecho contacto con excelencias del sector como Fluid4Engineering (empresa de alto nivel para el estudio de la hidro y aerodinámica, socio de la Copa América, a quien ha sido encargado el casco), Carbonovus (que produce de manera artesanal el monocasco del Sup) y Angeloni Compositi (con maestría en cuanto a materiales compuestos, en este caso distintos tejidos entrelazados y de resina).
Carlo Borromeo en su estudio, en Milán.
Es justo en esto en donde está el éxito del proyecto: una red de fabricantes de muy alto nivel que ha permitido al despacho recibir premios como el Land Rover Born Award, una competencia de diseño abierta a los creativos de todo el mundo que premia productos no sólo capaces de conciliar funcionalidad y estética, sino también de mejorar la calidad de la vida de las personas. “Hemos hecho los primeros prototipos del Sup con nuestra impresora 3D en el laboratorio de nuestro despacho —nos explican con orgullo Carlo Borromeo y Fabio De Silva—, y gracias a esta tecnología hemos podido desarrollar todo el proyecto de manera interna, trabajando en las mejoras en tiempo real”.
Incluso la alfombra que cubre el deck, la parte superior sobre la que se está de pie, es un pad diseñado por completo por el despacho, con ranuras especiales del agarre, también elaboradas con una impresora 3D. Máxima innovación también para el remo: superligero, realizado con tecnología braiding, también utilizada para fabricar medias, entrelaza los hilados resistentes y sutiles de las fibras de carbono, cuya textura final logra evocar la estética perfecta de los cabos.
Lo más predecible sería preguntarle a Carlo Borromeo a dónde iría con su Sup: “En verano, a Sicilia, en especial a Pantelleria, y en la más salvaje Palmarola, donde me divierto en explorar las ensenadas. Los fines de semana, al Lago Maggiore, combinando una excursión en la montaña del Mottarone y una etapa gourmet en el Rifugio Genziana”. Y en la esfera más personal, ¿cómo es el guardarropa de un joven gentleman hitech y jet setter? Es el guardarropa de un emprendedor, de un self-made man: un estilo esencial pero curado en los detalles.
Pantalones de mezclilla y mocasines CB (diseñados por su amiga Cecilia Bringheli) para un aperitivo en La Tartina, local en el corazón de Brera, en Milán, del cual es socio y donde la fantasía en el menú de canapés no tiene iguales.¿Y el mito de los retoños que sólo visten prendas a la medida? “Obvio, no faltan prendas esenciales de Caraceni, Rubinacci o Larusmiani, pero con dos niños [Carlo está casado con la diseñadora de ropa Marta Ferri] y días tan dinámicos, a menudo corbata y pochette no están contempladas. Sin embargo, no faltan las polos de Sease, inspiradas en el mundo de la náutica, así como no faltan los colores, más de 20 mil, en los cuales se puede pedir el Sup”, nos cuenta Carlo. Custom made, of course.
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