1. AREIAS DO SEIXO (Portugal)
A menos de una hora de Lisboa y perdido entre la escarpada costa portuguesa y los campos de cultivo, encontramos uno de los hoteles más singulares de la península ibérica. Desde el primer momento se creó como lugar de descanso y es algo que se percibe desde que uno cruza su original lobby flotante. La calma y el silencio, el respeto por los ritmos de cada uno, la relajación del dress code, todo está pensado para favorecer una estancia sosegada donde no hacer nada está muy bien visto. Un no hacer nada que invita a meditar, evadirse, descansar o crear. Reciclaje
y sostenibilidad son las máximas de este hotel boutique de catorce habitaciones. La mayor parte del mobiliario
se ha creado con piezas recuperadas o restos de derribo a los que se les ha dado un nuevo uso. En muchos casos encontramos obras tan sorprendentes como originales. Sus habitaciones, con más de 40 m2, han sido concebidas como cubos de hormigón y cristal que miran al jardín o al Atlántico. Ese océano bravo que se dibuja con un pro- fundo azul tras las dunas de blanca y fina arena. Tanto en el spa como en su aclamado restaurante, todos los productos son eco y bio. Es más: la cocina se nutre del huerto que con tanto esmero cultivan. De ahí sale la mayor parte de la verdura, flores y las hortalizas empleadas en sus platos. Como curiosidad, su carta de experiencias incluye la realización de la carta astral o una limpieza de aura.
areiasdoseixo.com
2. CASA TURQUESA (Brasil)
Feeling blue, en este hotel boutique, es imposible. Su vibrante color azul rezuma optimismo y energía. Un color cargado de simbología, pues tiene como referente la paleta cromática de las logias masónicas que hicieron de Parati su hogar cuando, huyendo de la persecución en Europa, llegaron a Brasil. Su ubicación, junto al puerto y el casco histórico, facilitan un espectacular paseo contemplando su magnífica arquitectura colonial. En la ciudad, todas las casas siguen la escala 1:33:33 pues, en un inicio, contaba con 33 manzanas. ¿La razón? Era el número masónico de la prosperidad y el equilibrio. Casa Turquesa data del siglo XVIII, y tras sus muros encontraremos tan solo nueve habitaciones (múltiplo de tres, ¡qué coincidencia!). Todas con impresionantes vistas al puerto o al jardín interior, decoradas con muebles de la región, camas con dosel y detalles de color en forma de flores naturales y estampados tropicales. El personal de Casa Turquesa organiza cualquier experiencia imaginable. El lujo a medida es su máxima, sólo hay que dejar volar la imaginación y disfrutar.
casaturquesa.com.br
3. MATILDA (México)
Sofisticado, artsy, irreverente… Muchos son los adjetivos que se pueden aplicar a este maravilloso hotel concebido, literalmente, por amor al arte. En palabras de su director, Bruce James: “Al diseñar Matilda, imaginamos un sofisticado y artístico hotel boutique como ningún otro en San Miguel de Allende, que reflejara el estilo de vida, el ambiente, la actitud y las comodidades que esperan los viajeros conocedores del día de hoy”. Pero no sólo de arte vive el hombre y en Matilda lo saben bien. Por eso, tras sus fogones, cuentan con Enrique Olvera, el chef más reputado de México, responsable de su magnífica carta. Con sólo 32 habitaciones, decoradas con lo más actual del arte contemporáneo, este hotel se ha colado en lo más alto de las listas internacionales de hoteles de lujo. Su fabuloso spa ha tenido también parte de la culpa. Puestos a elegir, me quedo con la Owner Suite C, espaciosa, luminosa y serena con una gran terraza propia… Un auténtico hogar lejos de tu hogar.
hotelmatilda.com
4. KICHIC (Perú)
Frente a una playa paradisiaca, completamente integrado
en su entorno, este hotel boutique representa lo mejor de la tendencia de turismo holístico. Situado en la costa norte de Perú, es un santuario natural en donde relajarse y poder disfrutar con el avistamiento de ballenas o cursos de yoga. Un lugar consagrado a que cada cliente encuentre su energía interior rodeado de un lujo cercano, natural y 100% personalizado. Su nombre está compuesto por la sílaba ki, que en japonés significa “energía vital”, y chic, un referente de estilo cool y desenfadado. Cada una de sus nueve habitaciones cuentan con detalles propios que las hacen únicas: plunge pool, ducha exterior, day bed XL, terrazas con vistas y cenador al aire libre. Es difícil elegir una, pero yo me quedaría con la Suite Chic. Su jardín con acceso directo a la playa la convierte en un paraíso privado. Recomendamos las cabañas para masajes, la sala de yoga rodeada de vegetación y el cine en la playa. Y a la hora de comer, difícil elección: ¿el restaurante vegetariano o el de pescado? Dos conceptos culinarios muy healthy en donde se pueden degustar los mejores sabores de Perú.
kichic.com
5. ENTRE CIELOS (Argentina)
En 2009, un grupo de buenos amigos y sus familiares hicieron reali- dad su sueño: construir entre todos un lugar que representara el estilo de vida que siempre habían imaginado. ¿El resultado? Una espec- tacular propiedad rodeada de viñedos y arropada por los Andes en Mendoza, el corazón vinícola de Argentina. Un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y el vino, en donde es posible degustar los mejores caldos de la región, incluidos los de su propia cosecha. Entre
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sus 17 habitaciones destaca la Limited Edition Room. Su sinuosa y original arquitectura está al servicio del entorno, creando un espacio privado con vistas panorámicas. Como no podía ser de otra manera, en Entre Cielos se presta especial atención a la gastronomía. El Beef Club es un santuario para los amantes de la buena carne, donde el ma- ridaje perfecto está asegurado con el Malbec de producción propia que con tanto mimo hacen año tras año. Un delicioso vino que nos bañará no sólo por dentro, también por fuera, con los tratamientos de vinoterapia de su Spa Hamman.
entrecielos.com
6. COTTON HOUSE (Islas Granadinas, Mar Caribe)
Mustique es sinónimo de exclusividad y privacidad. Esta pequeña isla es uno de los reductos mejor preservados frente al turismo de masas y el lugar elegido por las grandes fortunas cuando quieren vivir off the record. Y es ahí donde encontramos este precioso hotel boutique de inspiración colonial. Se trata de una gran propiedad frente al mar, rodeada de jardines infinitos. Su decoración fusiona lo mejor del chic tropical con mobi- liario de inspiración provenzal. Una mezcla fresca y elegante apoyada en una sutil paleta de colores que invita a pasar las horas en calma y buena compañía. Entre sus 17 habitaciones ofrece una gran variedad de alojamientos: desde habitaciones dobles hasta cottages con jardín y residencias privadas, lo que permite organizar desde una escapada romántica en pareja hasta unas tranquilas vacaciones familiares. Por su ubicación, las actividades que se pueden realizar son infinitas: de buceo a pesca de altura, pasando por salidas culturales, rutas a caballo, golf. Planes muy activos que pueden compaginarse con maravillosas sesiones de relajación en su spa y wellness center.
cottonhouse.net