Taj Mahal (Uttar Pradesh, India)
Poca carta de presentación necesita el mausoleo más famoso del mundo. Este bello palacio combina elementos de las arquitecturas islámica, persa, india y turca. Aunque el mausoleo cubierto por la cúpula de mármol blanco es la parte más conocida, el Taj Mahal es un conjunto amurallado de edificios que ocupa 17 hectáreas e incluye una gran mezquita, una casa de invitados y jardines.
Burj Khalifa (Dubái)
Hablar de Burj Khalifa es hablar de grandeza. No solo por sus dimensiones –sus 828 metros de altura le hacen ser la estructura más alta del mundo–, sino por lo que representa en el emirato. El edificio supuso un antes y un después para la ciudad, ya que lidera desde su finalización en enero de 2010 el llamado ‘Downtown Dubai’, la parte más glamurosa de Dubái. Sus 163 acogen desde espectaculares restaurantes a tiendas de marcas de lujo y hoteles.
Catedral de San Basilio (Moscú, Rusia)
Localizado en la Plaza Roja, sus cúpulas en forma de bulbo han pasado a la historia como las más famosas del mundo. Todo lo que rodea a la Catedral de San Basilio es digno de admiración, desde la Torre del Salvador del Kremlin a la iglesia de San Juan Bautista en Dyákovo. Los amantes del fútbol tienen ahora una oportunidad de oro para disfrutar de este monumento con la excusa del mundial de fútbol que se celebrará este verano.
Torre de Pisa (Toscana, Italia)
Si desea sacar una foto de esta emblemática torre, quizá tenga que girar un poco su móvil. Aunque su belleza ya no sería la misma en caso de salir recta. La inclinación de la Torre de Pisa no es casualidad. Tan pronto como se inició su construcción en agosto de 1173 comenzó a ladearse debido su peso descompensado en comparación con el terreno (15.000 toneladas). Una de las joyas que ha dejado el arte románico y que año tras año alimenta su historia con el deleite de los turistas.
La Casa Blanca (Washington, Estados Unidos)
George Washington la inauguró, Roosevelt la bautizó con el nombre que hoy se la conoce, Thomas Jefferson la sufrió en llamas, Harry Truman la reconstruyó y John F. Kennedy, junto a su mujer Jacqueline, la redecoró. Solo por su historia y vivencias, la Casa Blanca merece un hueco entre los edificios más emblemáticos del mundo. Sus misterios traspasan las fronteras de su pasado. De hecho, su verdadero tamaño no siempre es apreciado, ya que buena parte de la casa se encuentra distribuida en los subterráneos.
Coliseo (Roma, Italia)
Uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica y una de las ‘Nueve Siete Maravillas del Mundo’. Su inauguración duró 100 días y en ella participó todo el pueblo romano, donde murieron decenas de gladiadores y fieras que dieron su vida por el placer y el espectáculo del pueblo. Siglos y siglos después, su goce consiste en justamente lo contrario: admirarlo sin prisa alguna y con la calma adecuada.
Casa Gaudí (Barcelona, España)
Visitar la residencia en la que vivió el gran arquitecto es uno de los principales atractivos del parque Güell de Barcelona. Actualmente acoge una colección de muebles y objetos diseñados por el arquitecto, así como obras de otros colaboradores suyos.
Santa Sofía (Estambul, Turquía)
Esta antigua basílica ortodoxa es actualmente uno de los museos más transitados de Estambul. Un ejemplo perfecto de la arquitectura bizantina. Como en tantas otras ocasiones, el cine volvió a rendir su particular homenaje a un edificio histórico. En esta ocasión, ‘007: Operación Skyfall’ rodó sus escenas iniciales en Santa Sofía.
Torres Petronas (Kuala Lumpur)
Las torres gemelas más altas del mundo se encuentran en la capital de Malasia. 88 pisos de hormigón armado, acero y vidrio, pero sobre todo su evocación al arte islámico convierten a Petronas en un símbolo del país. Las torres cuentan con diferentes anécdotas, como la grabación de diferentes escenas de la película ‘La Trampa’ (1999) protagonizada por Sean Connery y Catherine Zeta-Jones, o cómo el trepador urbano Alain “el Trepador” usando sólo sus manos y pies y sin dispositivos de seguridad escaló a la cima.
Edificio Flatiron (Nueva York, Estados Unidos)
Casi 120 años de historia y aún parece como si hubiese sido inaugurado ayer. Esto es lo que hace especial al edificio Flatiron, su capacidad para convivir con el pasado y el presente de la manera más brillante. También conocido como Fuller, en honor a George A. Fuller, fundador de la empresa constructora que financió la obra. El año que viene el Flatiron cumplirá 30 años como ‘monumento histórico de Nueva York’. ¿Existe mejor manera de rendirle homenaje que visitándolo?