Pedro Friedeberg, creador de universos únicos
Subtítulo A propósito de su nueva exposición 'Redes antisociales' que cierra hasta 2022, platicamos con el artista y diseñador Pedro Friedeberg sobre su trayectoria en el arte mexicano.

Visitamos el estudio del pintor, que es cómo entrar en sus cuadros de urbes góticas, de animales, columnas y símbolos simétricos e hipnotizantes. Sofás revestidos de corbatas, paredes llenas de recuerdos perfectamente alineados, templos dibujados, sillas que son manos o viceversa. Cuadros, esculturas y pronto habrá joyas, según nos revela el artista mexicano.

Creador de un universo surrealista, lleno de color y figuras geométricas es uno de los artistas más reconocidos de México, pero también más polémico. Ahora expone en San Miguel de Allende Redes antisociales, una mirada sobre la vida moderna. El artista camina por la libre en su cosmos único.

A pesar de toda su gloria ¿Se siente un verso suelto en el arte mexicano?
Sí, por cuatro décadas. No, seis, me ignora- ron, y muchos me siguen odiando. Afortunadamente, siempre fui “underground”, lo cual es loable y agradable. De repente me volví “moda”, en ciertos círculos, lo cual es molesto y sospechoso. Pero redituable.

Su obra rica en objetos y siluetas ¿vive un momento de plena creatividad?
Así parece. Son los últimos estertores del consumismo. Kerido Konsumismo(sic). El cuarto manierismo rococo del horroroso “arte” moderno.

¿Cómo valoran su obra en mercados internacionales como España o EE UU?

No tengo la menor idea. En realidad no me interesa la opinión del “público”, sólo sé que a diario m e i n v i t a n a e x p o n e r e n N u e v a Yo r k , e n C a l i f o r nia, en museos de Quiensabedondelandia(sic), en las Bienales de Basilea y la Bienal del vidrio en Venecia, en las casas de la cultura de Madrid, Berlín, en Chicago o Poughkeepsie, Nueva York, así como Tananarive y Sonora.

Viendo su estudio, parece que uno entra en uno de sus cuadros, simetría, lleno de objetos, riqueza, variedad, fantasía…¿Une realidad y ficción?

Siempre admiré la casa de Chucho Reyes en la calle de Milán que visitaba frecuentemente para “inspirarme”. Una verdadera wunkderkammer. Luego Mathias Goeritz me llevaba a casa de Barragán en Tacubaya para “purificarme” y me deprimía infinito.

Nadie acierta a definir su obra ni a etiquetarle, surrealistas, psicodelia, pop art, rupturista…¿Cómo definiría su arte? Agítese antes de usarse. No se consuma antes de después. Si tiene molestias consulte a su médico. No se aceptan devoluciones o involuciones ni revoluciones. Aplican cargos y restricciones.

¿Qué es un gentleman para usted?
Un gentleman es un hombre que no usa bigote ni pijama. Un gentleman no es chismoso ni presumido. Un gentleman es una especie extinta. El último gentleman mexicano fue el presidente Manuel Ávila Camacho. Que era conocido como el presidente caballero.

¿Qué consejo daría a los jóvenes?

Nunca des ni escuches consejos. Regresen al kínder para mejorar su ortografía. Nunca usen shorts o pants en la ciudad. Lean La montaña Mágica, Cándido de Voltaire, El manual de Carreño, las cinco novelas de Firbank, El abanico de Lady Windermere y La importancia de llamarse Ernesto.

¿Con la elaboración de qué obras se siente más cómodo? ¿Esculturas, dibujos, objetos?
Dibujos de horribles arquitecturas, fantasiosas estilo Kitsch vienés o Polanco 1940 o Las Vegas 1980.

¿Destinos favoritos en el mundo?

Los caballeros las prefieren islas: Capri, Mikonos, Madeira, Mallorca, La Roqueta, Isla Mujeres, Sicilia, Revillagigedo y Giudecca. Su obra está llena de simbología, tem- pletes, animales, manos… ¿Se atreve a descifrarla? Es indescifrable como algún personaje de Lewis Carroll, Christian Morgenstern o Borges. ¡Gozo mi fiebre enfermiza de indescifrabilitis!