Atrevido pero elegante
Subtítulo Tres nuevas variantes de la Colección Black Bay, una de ellas por primera vez en oro amarillo y una opción femenina para completar la propuesta.

El más reciente salón de alta relojería Watches & Wonders 2024 es, sin duda, el escenario más codiciado por la firmar relojeras para mostrar su creatividad, entre ellas encontramos a Tudor, firma que nació en 1926 de la mente creativa de Hans Wilsdorf con la misión de ofrecer a relojes con el máximo nivel posible de resistencia, durabilidad, fiabilidad y precisión.

Valores que quedan claros en muchas de sus colecciones como los creados para el submarinismo como los Pelagos FXD o el famoso Ranger, reconocido como el reloj de expedición del siglo XXI, sin dejar de lado piezas femeninas como el Tudor Royal. Además de piezas icónicas como Black Bay y Clair de Rose que este 2024 tiene nuevas y muy deseadas versiones que encantarán a los entusiastas de la firma.

Y es que la colección Black Bay es icónica en la historia de Tudor, ya que retoman desde su nacimiento carátulas inspiradas en los relojes de submarinismo TUDOR fabricados durante la década de 1950, pero ese no es el único rasgo distintivo de estas piezas que cada vez más comienzan a ocupar un lugar en las manos de los coleccionistas, ya que las manecillas con forma angulosa, conocidas como snowflake, vieron la luz en 1969, volviéndose uno de los detalles fundamentales de la colección que este año siguen presentes en las variaciones que la firma suiza ha preparado, donde, sin dudarlo ofrecen la sutil combinación de estética tradicional y relojería contemporánea que se hace acompañar de las mejores técnicas de fabricación y una fiabilidad, robustez y calidad de sus acabados que satisfacen los requisitos actuales más rigurosos como lo es la certificación METAS, es decir Master Chronometer, donde cada pieza ofrece entre otras cosas ser hermético hasta los 200 m o funcionar de manera correcta bajo un campo magnético de 15 000 gauss y sin variación de la precisión tras esta exposición.