Johnnie Walker Green Label: Pláticas inesperadas
Subtítulo Inspirados en el lema ‘The Unexpected Malt’ de Johnnie Walker, celebramos lo imprevisto con cuatro personajes que encontraron la fórmula para combinar sus pasiones y actividades profesionales. Hoy, Marisol Centeno, actriz y diseñadora textil.

De la mano de Johnnie Walker Green Label les invitamos  a disfrutar de pláticas inesperadas con grandes profesionales que nos sorprenden con  una  plática inesperada, por  su doble faceta vital. Un chef que es arquitecto, Gerardo Vázquez Lugo. Una fotógrafa y entusiasta de las olas, después de estar en una silla de ruedas, Mariana Martínez de Alba. Un actor internacional que es apasionado de los caballos, Carlos Athié o una actriz que decide cambiar la alfombra roja por diseñar tapetes, eso sí tapetes con alma, Marisol Centeno. Todas estas historias son lecciones vitales que muestran que la vida trae  grandes cosas inesperadas.

 

 

 

 

 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una publicación compartida por Johnnie Walker México (@johnniewalkermx)

Igual que Johnnie Walker Green Label nos sorprende con su mezcla de single malts provenientes de los cuatro rincones de Escocia ellos encontraron en su vida experiencias no previstas que los enriquecieron. Johnnie Walker Green Label también es una mezcla inesperada que va más allá de las etiquetas convencionales que hoy existen en la categoría de Scotch whisky. Bienvenidos a la magia de los sorprendente.

Marisol Centeno, Actriz y diseñadora textil

De la alfombra roja y de las pruebas de vestuario, pasó al diseño artístico de tapetes y a la creación de tejidos. Esta actriz nos ofrece sus dos sorprendentes facetas llenas de talento y creatividad.

“La actuación fue algo que llegó a mi vida de una manera espontánea porque comencé a grabar en televisión a los cinco años; muy niña. Fue un camino bonito, toda mi infancia me dediqué a hacer cine y televisión, tuve grandes maestros, y me gustó poder interpretar historias”, relata. “Más grande quise estudiar teatro, conocer la interpretación desde otro lugar, recorriendo lugares, y trabajé para Disney; a esa edad ese mágico mundo te envuelve y fue una experiencia maravillosa” confiesa.

Su mamá era maestra y la impulsó a seguir sus estudios artísticos y académicos, lo cual era todo un reto compaginar. Su carrera siguió creciendo y tuvo importantes papeles en grandes series. Fue protagonista en pantalla grande en La última mirada, participó en Bacalar, ambas con Patricia Arriaga, además de otras producciones como Fecha de Caducidad.

“Desde que era niña tengo muchos recuerdos de los sets de vestuario, de los vestidos de época, de los colores de la ropa, las estilistas de Agujetas de color de rosa se divertían conmigo probando modelos, el tema de la tela; el vestuario estaba muy presente en mi vida. Me acerqué al mundo textil de Chiapas. En mi familia había mucho valor por los arreglos, la costura, los tejidos, los bordados y entonces decidí estudiar la carrera de diseño textil. Pero acabé trabajando como actriz y desarrollando el vestuario como un trabajo dentro de mi titulación. Diseñaba la ropa y participé en la creación de las telas”, recuerda con cariño.

Añade: “Empecé a admirar los tejidos, la personalidad que delata nuestra ropa”, reflexiona. “Así inicié mi marca y mi estudio. En ambos oficios hay que observar y tener sensibilidad, empatía y entender a los demás para llevar experiencias a la vida cotidiana. El diseño puede dar soluciones muy relevantes desde cómo se fabrica, con qué materiales, cómo ayuda a los artesanos, que la obra se comprometa con el planeta” afirma con determinación.

Y entonces señala el valor de lo inesperado “Yo creo que las personas nos transformamos y que hay que romper caminos. Podemos tener capacidad multifacética para desarrollar nuestro talento y creatividad, hay que abrir puertas, y el destino puede estar en otro lugar, reconocernos en una nueva edad. Una nueva etapa nos puede traer experiencias extraordinarias. Jamás pensé que iba a disfrutar de tanta diversidad, hablo con la industria de México, con artesanos de la India, y me ha dado muchas satisfacciones que no imaginé”, dice agradecida. Con su estudio de diseño ha trabajado con marcas como Cartier, Nike, Adidas, así como para grandes hoteles. Marisol Centeno es toda una marca de experimentación textil que cuida el impacto social y busca diseño y experiencias.

Bi yuu: tapetes con alma, es su marca. “El deseo era la búsqueda de dar valor, belleza y soluciones al mundo, así nació este proyecto. Significa aire y tierra en zapoteco. Aquí son importantes los valores sociales, de innovación y calidad”, concluye. Se despide brindando por valorar cosas que dábamos por hecho como la salud, la familia y el trabajo,“ brindo porque haberme detenido me dio la oportunidad de decidir qué me gustaba de mi vida, nunca es tarde para empezar, abrir puertas y caminar.”