Hace aproximadamente diez años, Laurent Lecamp irrumpió en la escena relojera con Cyrus, firma respaldada por uno de los relojeros vivos más influyentes: Jean-Francois Mojon. Ahora, con mucha experiencia en la industria y en saber contar historias, se integra a Montblanc con el cargo de Director de relojería, espacio que dejó Davide Cerrato. Lecamp será el encargado de “emprender este nuevo y emocionante capítulo”, afirma Nicolas Baretzky, CEO de Montblanc. En entrevista a distancia y desde la Manufactura de Minerva en Villeret, Suiza, a propósito del lanzamiento del nuevo Montblanc 1858 Split Second Chronograph, el ejecutivo nos cuenta sobre esta pieza que, gracias a su edición limitada de solo 100 piezas, es ya codiciada por los coleccionistas.
“Para mí es muy sorprendente y un privilegió pertenecer a Montblanc. Es una firma única creadora de relojes de alta gama”, me dice Lecamp cuando le pregunto cómo se siente desde su llegada en enero del año pasado hasta este momento y se le nota entusiasmado. El directivo tiene la experiencia necesaria y posee un amplio conocimiento del mundo del lujo, por un lado se educó en el Instituto Gemológico de América con sede en Suiza, la Escuela de Negocios NEOMA en Francia, así como la Universidad Viadrina en Alemania; mientras que, por otra parte, esta experiencia académica le ha dejado estar al frente de LVMH como Gerente de Marca de Vinos y Bebidas Espirituosas, en Suiza, para más adelante ser cofundador de Cyrus, compañía que dejó en 2014 para sumarse a Carl F. Bucherer como Vicepresidente Ejecutivo de Ventas.
“Siempre he creído en la idea de ser creativo. Sin eso no se puede hacer nada. También soy innovador y tengo la suerte de estar en Montblanc que es una compañía muy fuerte, donde se pueden crear productos extraordinarios”, explica Laurent cuando comenzamos a hablar sobre su visión del futuro en la división de relojería, al tiempo que conversamos sobre el uso de nuevos materiales, “claro que tenemos nuevos materiales, como el Lime Gold, lanzado en 2021 que, por cierto, somos la primera compañía en usarlo. No deseamos ir por el camino de los nuevos materiales, sino más bien crear algo que no se ha desarrollado antes, ya lo verás en 2022, donde mostraremos una innovación nunca antes desarrollada”, agrega el directivo.
Ya en el terreno de las piezas, comenzamos a hablar sobre el nuevo Montblanc 1858 Split Second Chronograph que, sin duda, destaca por su color negro y el contraste con detalles en amarillo. La carátula es de obsidiana negra, misma que se trabaja en colaboración con Dial Mecha, me cuenta Laurent. “La impresión en la carátula es a base de láser, tal cual se ha hecho en otras piezas de la colección 1858, como el Geosphere. Se puede ver toda la calidad, realizada por Dial Mecha, un compañero de largo tiempo que siempre va más allá de nuestras expectativas”. Sin duda un trabajo estético muy detallado, como el que siempre realiza Montblanc, al que, sin duda, se suma la parte técnica, ya que vale la pena mencionar que el volante regulador de este reloj Split Seconds, se ha realizado enteramente a mano, y que al director de relojería lo tiene sumamente satisfecho. “Si observas la platina está fabricada en plata alemana, que es un material usado tradicionalmente por la relojería desde hace cien años. Claro que la plata alemana es difícil de trabajar por su estructura sólida, robusta, pero ofrece ventaja. Es más costosa que muchas de las partes al interior del mecanismo, pero lo hacemos para preservar la tradición, además, no genera oxidación”.
Durante la presentación a distancia, el Montblanc 1858 Split Second Chronograph está físicamente presente, lo tenemos en nuestras manos y podemos apreciar los detalles estéticos y técnicos de los que nos habla entusiasmado Lecamp. “Ahora hablemos de los ángulos internos pulidos, que son muy difíciles de realizar por una máquina, pero tenemos la solución perfecta, el ser humanos. Frente a la manufactura, puedes ver la forma en “V” del bosque, ahí durante el verano algunas personas recolectan la planta de genciana para producir alcohol, el tallo de esa planta genera una sutil madera que usamos para el pulido de esos hermosos ángulos internos donde invertimos entre cien a doscientas horas de trabajo manual”, y sí, el resultado estético del Calibre MB M16.31 es cautivador a lo que se suma una complicación de cronógrafo de split seconds “rattrapante” con manecillas para las fracciones de segundo/segundero central y un contador de 30 minutos. Este complejo mecanismo permite medir los intervalos intermedios sin interrumpir la medición en curso de un mayor tiempo transcurrido. Una de las complicaciones más buscadas por los coleccionistas.
Este guardatiempos, además, ofrece una escala telemétrica que se encuentra alrededor de la parte exterior de la carátula, junto con una escala taquimétrica (base 1000) al centro con la forma de un caracol, ambas características legendarias de los cronógrafos de Minerva. “Este nuevo reloj se ha desarrollado enteramente para México, sin embargo, con la presencia en redes sociales, hemos recibido tres peticiones de personas viviendo en Francia y Suiza preguntando por la pieza. La complicación de split seconds representa una pieza muy interesante y los coleccionistas lo aman”, afirma Lecamp sobre el guardatiempo que, sin duda, se merece una edición limitada de solo 100 ejemplares.
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