“Estamos saturados de tantos superhéroes, mi película es original”
Subtítulo Desde el Festival de Cannes, conversamos con el director estadounidense y nos habla de su última película.

Tarantino es analógico. Sus películas, su música y sus gustos se centran en los años anteriores al milenio, antes de que los teléfonos inteligentes se convirtieran en parte integral del cuerpo humano. “Prefiero cualquier tiempo previo a los teléfonos celulares”, dijo el director que obliga a entregar el teléfono a cualquiera que participe en sus rodajes. La entrevista que realizamos en Cannes, junto a Margot Robbie, fue como su película Érase una vez en Hollywood: tumultuosa, surreal e inolvidable.

 

 

 

 

 

 

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“Dazzling.” “Gorgeous.” “Beautiful.” #OnceUponATimeInHollywood – now playing.

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“Trabajar con Tarantino es un privilegio porque pocos conocen tanto de música, de cine y de televisión”, confesó Margot, y Quentin saltó ante la pregunta de si Margot, como Sharon Tate, tenía muy poco dialogo. “No comparto esa teoría”, dijo el realizador, quien se vio en el ojo del huracán del movimiento #MeToo y no estaba para conjeturas. “Ella es el corazón de la historia. La entiendo como un rayo de luz dentro de tanta sordidez”, explicó el director.

Érase una vez en Hollywood es una oda a un tiempo perdido, porque 1969 rompió con el viejo Hollywood para dar entrada a la televisión, como hoy las plataformas entran en 2019 para acabar con el poco cine original que queda. Tarantino hace un paralelismo entre aquel Hollywood y el de hoy: “Estamos saturados por las películas de superhéroes. Fíjate en el calendario de este verano, mi película es la única original, sin estar basada en un libro, un remake o en un cómic”.

 

 

 

 

 

 

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Moscow 2019: Однажды в… Голливуде

Una publicación compartida por Once Upon A Time In Hollywood (@onceinhollywood) el 7 de Ago de 2019 a las 1:06 PDT

Los personajes son Rick Dalton, representado por Leonardo DiCaprio, un actor en horas bajas, y su doble, Cliff Booth, al que da vida Brad Pitt. “Son dos caras de una misma persona en situaciones diferentes. Rick enfrenta la peor depresión de su vida y Cliff ya ha superado esa fase, así que afronta su destino resignado. El filme trata de que nosotros debemos aceptar la realidad”, comenta Quentin para quien “los asesinatos de Mason acabaron con el movimiento hippie, con la edad de la inocencia”.

“No debemos entender la película como un deseo de venganza, sino como una evolución que terminó con el movimiento del amor. Cada vez que surgen nuevas ideas, el universo del cine necesita recalibrarse. La pérdida de Sharon Tate nos dejó muchas cicatrices porque nos enseñó el lado oscuro de los seres humanos en la época más libre y eso fue una pérdida real de la inocencia”, confesó el director.

El personaje de Manson es secundario en esta fábula tarantinesca donde el director Roman Polanski se convierte en pilar de la narración, por ser la representación del éxito y a quien Tarantino califica, en la película, como el realizador del momento. “Yo no he hablado con Roman, pero tenemos un amigo en común a quien le expliqué el guión y quien habló con él. Soy admirador de su trabajo, en particular de El bebé de Rosemary; me encanta esa película”. El camino al éxito acaba siendo una travesía a la sabiduría, un lugar donde vive desde hace tiempo Quentin Tarantino.

 

 

 

 

 

 

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C’era Una Volta a… Hollywood.

Una publicación compartida por Once Upon A Time In Hollywood (@onceinhollywood) el 3 de Ago de 2019 a las 11:59 PDT

Sus películas son una declaración de violencia, sangre, comedia, diálogo e historia y, normalmente, una enciclopedia con referencias al tema que expone, al que habita en sus películas. Quentin es un director que, en lugar de estudiar en la escuela de cine, trabajó como vendedor de VHS. Nos guste o no, su cine es clásico, aunque encubierto de una moderna verborrea.

Con su pasión intacta, Tarantino se atreve con su cinta más íntima, poniendo a Hollywood en el eco de su cámara. “Normalmente, cuando escribo, una de las cosas que hago es crear el personaje dentro de una metáfora. Luego, según voy exponiéndole al escenario, va apareciendo su trayectoria. Los guionistas suelen atascarse porque no se enfrentan a los personajes desde esa perspectiva. Yo nunca me bloqueo. Con este filme sabía a dónde iba mi personaje central, qué iba a ocurrir con él, con los dos”.

El cine, ese arte que convierte el texto en objeto, encuentra a uno de sus maestros contemporáneos en Tarantino, en Érase una vez en Hollywood. “Creo que he hecho mi película más política hasta la fecha. No sé en lo que estaba pensando al principio de escribir el guión, pero una vez que me senté y empecé a mover la pluma, esto fue lo que salió” admite el realizador.