Conquista la Gran Manzana
Subtítulo La arquitecta Frida Escobedo es el talento mexicano elegido para renovar el Met de Nueva York, su arquitectura sofisticada y plagada de materiales sencillos son su sello.

“Una arquitecta excepcional”, así le calificó Sheena Wagstaff  presidenta de la sección de arte moderno y contemporáneo del Museo Metropolitano de Nueva York, una de las instituciones culturales más importantes del mundo, que acaba de otorgar a Escobedo el encargo de crear un espacio de más de 7 mil metros cuadrados dedicados al arte contemporáneo. 

En el concurso  que ganó Frida Escobedo, estaban algunos de los mejores arquitectos del mundo como David Chipperfield, autor del Museo Jumex en la Ciudad de México, entre otras obras maestras. La convocatoria, tenía como fin renovar las salas Oscar L. Tang y H.M Agnes Hsu-Tang, así como la de incorporar con fuerza el arte contemporáneo al museo. El  hacer un uso creativo y elegante de los materiales, así como su atención a la sostenibilidad y aspectos socioeconómicos han pesado en su elección.  Un proyecto muy ambicioso y donde se desea crear dentro del museo un espacio que vaya más allá de la cronología, de la historia y que sea transcultural. 

“El reto es mostrar casi 122 años de arte moderno y dar una mirada contundente al futuro.” La idea del museo es ofrecer una visión global, enciclopédica, lúdica y sorprendente”, en palabras de la presidenta de la sección de arte contemporáneo.   

Por su parte, Max Hollein, director del museo, ha dicho que el proyecto “trata de promover una “representación y reevaluación dinámica del arte del siglo XX y XXI en un contexto de 5 mil años de historia del arte”.

Escobedo, fundó su estudio de arquitectura en México en 2006, entre sus proyectos figuran la renovación del Hotel Boca Chica (2008), El Pabellón Eco (2010) del Museo Experimental El Eco y la expansión de La Tallera (2012). Su diseño del pabellón de una de las galerías más importantes del mundo Serpentine Pavilion, en los jardines de Kensington de Londres, fue un salto internacional espectacular. 

Ha sido nombrada entre las 100 mejores arquitectas del mundo. El proyecto que ahora emprende tiene un presupuesto de 500 millones de dólares. “Me encantan los desafíos. Este es uno de los encargos con los que sueña cualquier arquitecto”, declaró Frida al New York Times. La concesión de la obra del Met se ha ido alargando en el tiempo debido a retrasos en la recaudación de fondos y el titubeo a la hora de elegir el estudio de arquitectura que llevará cabo el trabajo.

Frida Escobedo nació en Ciudad de México en 1979 y estudió en la Universidad Iberoamericana. Después llegaría al máster en la Universidad de Harvard, en 2003 fue co-directora del estudio Perro Rojo. Como lo mencionamos, hizo la renovación del  Hotel Boca Chica, el proyecto de la Tallera, el antiguo taller y residencia del muralista David Alfaro Siqueiros en Cuernavaca. Entre otros trabajos ha participado  en varios pabellones y otras estructuras temporales, como las de la Trienal de Arquitectura de Lisboa, la Bienal de Arquitectura de Chicago y el Museo Victoria and Albert de Londres.

Ha compartido su conocimiento en las universidades de  Harvard, Columbia y más recientemente imparte catedra en la prestigiosa Yale. 

Siempre ha tenido interés por la creatividad y las artes plásticas. Le sedujo el aspecto práctico de la arquitectura. Empezó con obras modestas, pero ella señala que “las pequeñas cosas afectan a las grandes, no hay proyectos chicos”. Tiempo y espacio son sus planteamientos constantes, los amigos, los libros, el arte, los viajes, son su constante inspiración. Materiales sencillos con propuestas sofisticadas, es otra característica de su obra que expuso en el Serpentine Pavilion de Londres.  Fue capaz de crear un espacio efímero en Londres, pero que más tarde será permanente en otro lugar, un reto inusual. En su arquitectura la interacción del público y el paso del tiempo son fundamentales. Humanismo en los espacios y respeto al planeta, claves de una creadora. cuya voz hoy es de las más respetadas en la arquitectura mundial. 

Todavía es pronto para definir el proyecto que ya anuncia en The New York Times, “es importante que se conecte con el resto del museo, se conectará con el parque, se conectara con la ciudad y también debe representar la diversidad cultural de Nueva York”.