Ian Fleming, el padre de James Bond
Subtítulo Periodista y escritor antes estuvo en el departamento naval de inteligencia donde aprendió la literatura del espionaje, formado en la prestigiosa universidad de Eton, Berkshire, Inglaterra.

Periodista y escritor antes estuvo en el departamento naval de inteligencia donde aprendió la literatura del espionaje, formado en la prestigiosa universidad de Eton, Berkshire, Inglaterra. Conocía de cerca las entrañas del poder, su padre era parlamentario británico, además trabajó activamente en los servicios secretos británicos durante la Segunda Guerra Mundial. “Viví una guerra muy entretenida”, llegó a decir.

Como periodista intentó contactar con el mismo Stalin, quien se disculpó por no poder dar la entrevista. La primera novela de nuestro héroe James Bond se publicó en 1952, Casino Royale y la escribió en su paraíso particular de Jamaica,  en su propiedad llamada GoldenEye, escenario de su matrimonio y también de sus infidelidades. Sus historias del agente 007 se encuentran ya entre las novelas de ficción más vendidas de la historia,  pronto se cumplen  60 años de su muerte, 1964, a los 56 años, pero antes pudo ver el estreno de la película que casi inventó un género. Fumador empedernido, y bebedor de gin, cuentan que bebía hasta una botella diaria, “prefiero morir por tragos que por sed”, afirmó con sarcasmo.

En su intensa vida literaria probó también  con la narración infantil, con otra obra que llegó a la gran pantalla, Chity Chity Bang Bang. Casino Royale,  fue la primera novela de una saga que gira en torno a las hazañas de James Bond, un oficial del Servicio de Inteligencia Secreto  (MI6) conocido por el código “007” y comandante de la Reserva Naval Real de Gran Bretaña. Fleming tomó el nombre para su personaje del ornitólogo estadounidense James Bond, un experto en aves  cuyo nombre breve y poco romántico era lo que necesitaba, explicó a su esposa. Confesó a The New Yorker que buscaba un hombre extremadamente aburrido para sus aventuras, al que le pasaran cosas y el nombre más aburrido que había escuchado jamás era el de James Bond su amigo, aunque le conoció después de dar gloria a su nombre.

Entre 1953 y 1964 le dio tiempo a escribir doce novelas. Si bien los primeros cinco libros de Bond: Casino Royale, Vive y deja morir, Moonraker, Diamantes para la eternidad y Desde Rusia con amor, recibieron críticas positivas, después las reseñas de sus obras fueron más  severas, pero figura entre los 50 escritores más influyentes  de la literatura  británica según  The Times. La crítica le acusó de sadomasoquista, y algo había,  con motivo de  la subasta de sus cartas a su esposa, se develaron algunos detalles de la biografía del autor, como el nacimiento de James Bond, pero también una relación sadomasoquista y su turbulenta relación con las mujeres. Parece que no sólo tuvo tiempo de imaginar las aventuras de un espía al servicio de Su Majestad, llenar sus obras de artilugios entre la ciencia ficción y  la tecnología de espías de élite, también hubo espacio para las aventuras amorosas. En su correspondencia con Ann Charteris, la mujer que primero fue su amante secreta, luego su esposa, se detallan  escenas de su vida privada. 

Ian Fleming se encerró en GoldenEye, su casa de Jamaica, y comenzó a escribir compulsivamente durante semanas. El resultado fue como señalamos el primer libro de James Bond, Casino Royale, que se publicó en 1953.  Una obra sobre la que el autor bromeaba al decir que la serie comenzó “porque necesitaba distraerse de su inminente matrimonio”.

En su máquina de escribir Royal dorada dejó una de las más importantes series de aventuras. Cócteles memorables “agitados y no mezclados”, al revés que en la película. El autor, coleccionista de libros de novela negra,  consciente de su oficio declaró: “si llegas a colocar tus libros en el mundo del cine podrás disfrutar de una buena vida de escritor. Según el inmortal Fleming, “escribir te hace sentir más vivo”.