Friends ha sido una de las series de más éxito de la historia de la televisión, un éxito que no sentó muy bien a Perry, fueron diez años en pantalla, y 234 capítulos. Cifra suficiente para amasar una fortuna por parte de cada uno de los protagonistas, Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, David Schwimmer y Matt LeBlanc. Ganaban un millón de dólares a la semana, pero como el propio actor señalaba, “cuando ganas un millón de dólares no te puedes permitir tomarte una copa 17”. Antes había realizado algunas labores de interpretación en proyectos menores y participó sin mucho éxito en películas como Falsas apariencias o Tango para tres.
Era hijo del actor, John Bennett Perry y su madre era secretaria de prensa del padre del actual presidente de Canadá Pierrre Trudeau. Desde el inicio de la grabación de la serie en 1994, ya consumía alcohol y drogas y el ritmo no paró. Según señala The Guardian, ya era alcohólico desde que tomó su primera copa a los 14 años, después a los analgésicos, sus primeras pastillas recetadas tras un accidente de moto náutica.
Según él confesó en su autobiografía, muchos de esos diez años no estuvieron so- brio. Tomaba opiáceos cada día, dejando una huella terrible en su mente y en su cuerpo, no podía parar la adicción y la enfermedad iban a más”, confesó a la BBC, “hubo tres temporadas enteras que no recuerdo, se borraron de mi mente. Entre la tercera y la sexta temporada estuve un poco ido”, declaró. El propio Perry calcula que se gastó unos 9 millones de dólares en combatir sus adicciones. Con numerosas operaciones. Ya en 2018 tuvo un serio problema, le estalló el colon y estuvo dos semanas en coma y cinco meses hospitalizados. En una ocasión Julia Roberts hizo un cameo en la serie, donde hacía de amante de Chandler y la relación se hizo realidad y funcionó el romance durante dos años. Después tuvo de pareja a Yasmine Bleeth de Guardianes de la bahía. Matt LeBlanc le dedicó estas palabras: “Siempre sonreiré al pensar en ti”.
Jennifer Aniston se despidió con una sentida carta en Instagram con más de 3 millones de visitas, “tener que decir adiós a nuestro Matty ha sido una alocada ola de emociones que nunca había experimentado antes. Todos vivimos la pérdida en algún momento de nuestras vidas. Pérdida de vida o pérdida de amor. Poder asumir esta pérdida te permite sentir los momentos de alegría y agradecimiento por haber querido a alguien tan profundamente. Y lo queríamos mucho. Era parte de nuestro ADN”, indicó la actriz.
Pocos días antes de morir se retrató en Instagram en el mismo jacuzzi donde fallecería y señalaba con humor que era Mattman. Esa imagen inquietó a sus fans. Se sinceró en su libro de memorias titulado Friends, Lovers and the Big Terrible Thing –Amigos, amantes y la cosa grande y terrible, que era la adicción. En su autobiografía, sorprendentemente franca, detalla el feroz abuso de sustancias y el consumo de alcohol, resignado a una muerte joven. Perry describió, a menudo, la recompensa que obtuvo al apoyar a otros adictos: “Lo mejor de mí, sin excepción, es que puedo ayudar a un hombre desesperado a recuperar la sobriedad”. A pesar de los tormentos nunca renunció a su profesión.“En el peor de los escenarios tengo el mejor trabajo del mundo”.
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