Estos son 10 excepcionales restaurantes italianos en la Ciudad de México que te recomendamos.
Il Becco Four Seasons
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Ubicado dentro del hotel Four Seasons desde 2015 cuando abrió sus puertas, Il Becco mezcla lo casual de una trattoria y la sofisticación de un restaurante más formal. Lo hace en su carta con preparaciones sencillas como una minestrone o unos ravioli rellenos de espinaca y ricotta que conviven con ingredientes lujosos como la trufa y la extensa carta de vinos italianos, pero también en el interiorismo en el que se mezclan muros de ladrillo rojo con mesas de manteles blancos. Pide el taglioni con trufa de temporada que es uno de los platillos más populares, así como también el risotto scoglio con bisque de bogavante, mariscos y pescado fresco o el brasato di costolette, costilla de res braseada, glaseada en vino tinto.
Sepia Cucina Italiana
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Una casona blanca de esquina de la colonia Roma Norte alberga este restaurante decorado con arte en el que resalta una gran cava de vinos enmarcada en vidrio. Entre los reconocimientos que ha recibido, el más reciente de 2023 fue el de estar incluido en Top Italian Restaurants de la guía italiana Gambero Rosso y el Premio de Ospitalità Italiana. Además, forma parte de la guía de Star Wine List. En el menú, sus productos frescos y de origen mexicano recrean sabores de la gastronomía italiana de manera sofisticada y distinta. Risottos como el de alcachofa, queso piave DOP y pistache picado, pastas como el pappardalle con ragú de jabalí, crumble de romero y ricotta o los tortellini con carbón activado, relleno de faisán con salsa de queso y nueces. También hay pescados y mariscos de pesca sustentable como la jaiba suave frita con mayonesa de chile serrano rostizado. En el segundo piso sorprende la terraza, en la que se puede comer o cenar o simplemente tomar algún coctel y acompañarlo con algunas entradas.
Sartoria
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Este restaurante, moderno por su forma de bóveda de concreto y cálido por la madera y las luces tenues, está comandado por el chef Marco Carboni, uno de los pioneros en la capital en hacer comida italiana contemporánea. Su filosofía busca enfatizar la materia prima y la temporada. Así mismo, el referente del nombre al oficio de la sastrería alude a lo hecho a mano, a lo artesanal porque todas las pastas son hechas en el restaurante. En los aperitivos el gnocco frito con prosciutto, parmesano y balsámico es uno de los más pedidos por los clientes frecuentes. Hay gran variedad en forma y tipo de pastas, como el taglioni cortado a mano con mantequilla de rancho y trufa negra o el tortelli de ricota y quelites. Entre los platos populares también se encuentra el risotto de espárragos y gorgonzola y la milanesa de filete de cerdo.
Bella Aurora
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Esta es la más reciente apertura de la célebre chef Elena Reygadas. El salón principal se encuentra en una agradable terraza techada, llena de plantas, cuya vista está rodeada por la copa de los árboles. La carta es directa y sencilla, basada en la calidad del producto. En el aparte para comenzar hay charcutería, quesos, un crudo del día o una ensalada verde con vinagreta de anchoas. También hay pastas hechas en casa como unos linguine con camarones y calamares, y pizzas elaboradas en horno de leña. Las proteínas como un pescado o unas chuletas de cordero van a la plancha y se pueden acompañar con unas espinacas con aceite de oliva.
Galea
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El chef Rafael Saga volvió a su ciudad natal, después de trabajar varios años en Nueva York en el conocido restaurante italiano Marea. Abrió Galea para ofrecer comida italiana con mucho sabor en un menú conciso. Tiene unas mesas exteriores que rodean el moderno salón interior, en el que predomina la madera clara al estilo escandinavo y los tonos neutros. Las pastas, hechas en casa, son el centro del menú y lo interesante es que se puede pedir una orden completa o media ración y así tener la oportunidad de probar más variedad como los garganelli con hongos, nuez de la india y ricota salata, o los gnocchetti con ragú de mariscos y queso mascarpone. En las entradas, resaltan los vegetales como en unas lechugas baby cesar o los elotitos tiernos con bagna cauda, mientras que los principales son de las proteínas como un sirloin cocinado en su punto con calabaza italiana, cebolla cambray, y chimichurri.
Belfiore
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En una esquina de la Avenida Mazaryk se encuentra este restaurante de barrio muy querido por los locales. El salón interior es sencillo con mesas de madera y manteles blancos y también tienen una carpa en donde se ubican las mesas del exterior. Su carta es extensa con opciones para todos los gustos entre ensaladas, pastas, pizzas, carnes y pescados. Entre los especiales están los taglierini con pesto de pistache y camarón, la lasaña de berenjena o el filete en salsa de asiago y cerveza negra. No hay mayor parafernalia sino un servicio eficiente y cálido, y una cocina que no sólo tiene los clásicos de la culinaria italiana sino también platillos con ingredientes mexicanos como un risotto al tequila o spaghetti al camarón con aguacate al chipotle, ideal para disfrutar en familia, en pareja o con amigos.
Negroni
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Ubicado dentro del Centro Comercial Arcos Bosques, con otra franquicia en el Artz Pedregal, este restaurante del grupo Hunan se inspira en las trattorias italianas para su concepto. El interior del salón es cálido, agradable con sillas de madera, mesas vestidas con manteles en tonos claros y un librero que también incluye cuadros. Su terraza, apta para fumadores, es apetecida en los días soleados. La carta tiene múltiples opciones entre ensaladas, pastas, risottos, pizza, carnes y pescados, y sin embargo, la pasta Negroni goza de gran popularidad porque es preparada en la mesa en una pieza de queso parmesano. Así mismo el tradicional ossobuco al vino tinto y jitomate servido con polenta y el carpaccio de res con vinagreta balsámica, lajas de parmesano y arúgula.
Alfredo di Roma
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Este es uno de los emblemáticos restaurantes dentro del Hotel Intercontinental que tiene el privilegio de tener una de las mejores cavas de vino del país, lo cual le ha generado el reconocimiento por tres veces consecutivas del Gran Award por la revista Wine Spectactor. Recientemente remodelado, su techo de madera geométrico le concede un ambiente moderno y contemporáneo. Sillas y sofás en cuero café, fotografías en blanco y negro que cuentan la historia de Alfredo quien creó la famosa receta del fettuccine Alfredo y quien su nieto opera el restaurante original en Roma. En las entradas se puede optar por la melanzane alla parmigiana, en las pastas hechas en casa, además de la que le da el nombre al restaurante, unos spaghetti con langosta y alcachofa y en los fuertes la bistecca Fiorentina con papas al horno para dos personas.
L’Osteria del Becco
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Una nueva cara ofrece este restaurante gracias a una remodelación cuyos materiales interiores y de fachada hacen uso del aire moderno del hormigón y de la calidez de la luz natural y la vegetación. Lo frecuentan tanto para hacer comidas de negocios como parejas o familias de la zona. En las entradas hay que disfrutar del vitello tonnato o del carpaccio de res con radicchio y avellanas. En el capítulo de las pastas, el pacheri con espárragos, piñones y mascarpone o los pappardelle con azafrán; y en los fuertes la milanesa de chuletón con cremolata. Uno de los postres más solicitados es la panna cotta, no solo por su sabor sino por la divertida presentación porque se sirve en un molde de bañera para simular un baño.
Lardo
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En una hermosa esquina llena de vegetación frente a la calle Mazatlán, se encuentra este restaurante cuyo interior de madera rústica se funde con el exterior por medio de las ventanas corredizas. La gran barra y la cocina abierta que dominan el restaurante está decorado con latas, conservas e ingredientes que evocan una despensa. La propuesta del menú que incluye preparaciones italianas como mediterráneas y toques mexicanos está pensado para compartir al centro de la mesa. Todos sus platos están hechos con ingredientes de temporada como la pizza de huitlacoche con queso gruyere y chile cuaresmeño o los arancini de azafrán y mozzarella. Guarda espacio para alguno de los postres como el helado de ricotta, fresas y merengue o el clásico tiramisú.
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