Amomoxtli, templo de descanso y reflexión
Subtítulo Amomoxtli, que hace años era una antigua quinta familiar, ahora funge como un exclusivo hotel boutique. Ubicado en Tepoztlán, está rodeado de naturaleza y montañas cuyo entorno es propicio para la paz y la relajación.

Es una época difícil para todo el mundo. La situación de la pandemia que estamos viviendo a causa del Covid-19 ha hecho cambiar nuestra forma de pensar y de ver la vida. Aunque el modelo de home office es satisfactorio, necesitamos momentos de desconexión para no sufrir estrés laboral ni personal.

Por este motivo, el Hotel Amomoxtli, ubicado en el corazón de Tepoztlán, es lugar ideal para desconectarnos del mundo y poder reflexionar sobre lo que está aconteciendo, sin olvidar que también debemos cuidarnos y consentirnos para lograr llegar a un nivel óptimo de descanso y relajación en estos tiempos convulsos.

El grupo hotelero mexicano Hamak Hotels, operadora y desarrolladora de proyectos como Ikal del Mar y Chablé, es el auténtico responsable del éxito del Hotel Amomoxtli. Un oasis de naturaleza, rodeado de jardines, y con espectaculares vistas al Cerro del Tepozteco, considerada como una montaña sagrada.

Accedemos a este lugar mágico caminando por una senda empedrada y rodeada por árboles centenarios hasta llegar a la casa principal, cuyo estilo arquitectónico proviene de la escuela del mexicano Luis Barragán. Este proyecto turístico sostenible fue construido con ayuda de artesanos locales donde enfocaron todos sus esfuerzos en los jardines repletos de ahuehuetes, amates, cactáceas, buganvilias y hiervas que luego se utilizan para elaborar los platillos o los tratamientos del spa.

El hotel es pura naturaleza y serenidad. Y sin duda, el corazón y alma principal de Amomoxtli es su exclusiva alberca, un elemento indispensable en este tipo de lugares. Desde aquí y acostado en la tumbona en la orilla de la alberca, se pueden disfrutar de los mejores amaneceres y atardeceres de México. Además, al lado de la alberca se encuentran dos tinas de hidromasaje y un pool bar que ofrece alimentos y cócteles durante el día.

¿Y qué podemos decir de las habitaciones? Son santuarios de relajación máxima, cuya decoración mexicana está presente hasta el más mínimo detalle, cuyos objetos provienen de los mercados locales. Ubicadas debajo de unos arcos, cada una tiene el nombre de las plantas endémicas del lugar como ‘Cedro’, el cuál tiene un jardín privado antes de entrar, ‘O Pino’, con vistas a los naranjos, sortea la finca en su camino a los ríos que rodean el hotel; ‘Onix’, famoso por su balcón donde contemplan la belleza del entorno y reflexionar serán algunas de tus actividades favoritas. Todas las camas cuentan con edredones de pluma y sábanas de algodón puro de 350 hilos, ideal para concebir un sueño placentero.

Durante todo el día nos acompañaron Maru Gómez, Directora de Marca y Nuevos Negocios de Hamak Hotels; y María Teresa Zaballa, gerente del hotel, quienes nos estuvieron platicando las historias más interesantes que esconde este lugar mágico, así como todas las bondades y funcionamiento de Amomoxtli. Con ellas tuvimos ocasión de desayunar en el restaurante del hotel, llamado Mesa de Origen, cuyos platillos rinden un bonito homenaje a la cultura y cocina regional. El restaurante también destaca por su decoración y diseño, un oasis de calma y confort para disfrutar tanto en el día como en la noche de un ambiente muy agradable.

Es importante mencionar que todos los platillos se basan en ingredientes de Morelos y en los productos del mercado de Tepoztlán. Para desayunar recomendamos los famosos chilaquiles rojos o verdes, acompañados de frijoles refritos y queso fresco. O si quieres probar algo diferente, prueba con el ‘Desayuno tepozteco’, chilaquiles de mole con cecina de res y nopales. Otras opciones interesantes son las gorditas rellenas de frijol negro con perfume de epazote o las quesadillas de flor de calabaza, hongos, huitlacoche y quesillo.

 

 

 

 

 

 

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El momento de la comida es especial, ya que no puedes marcharte de este lugar sin probar las famosas y deliciosas pizzas al horno de leña, un deleite para el paladar. La crema  de frijol y el caldo tepozteco también pueden abrir apetito para llegar a los platillos fuertes, como es el espectacular chamorro en salsa de tomate manzano, el conejo en mole de ceniza o el pollo en mole almendrado.

 

 

 

 

 

 

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Aunque para los mas foodies, la opción ideal y la joya de la corona es el ‘platón morelense’, que contiene cecina y chorizo de yecapitxla, queso fresco, nopal, cebolla cambray, crema de rancho y gucamole. Un plato servido por los mismo dioses. Para la cena puedes reservarte para disfrutar de la lengua de res en guaxmole, la trucha morelense en mole verde o los tallarines en salsa de tomates deshidratados. Y no nos podemos olvidar de los postres, donde el tamal de chocolate líquido te hará vivir una experiencia sensorial única y excepcional. ¡Súper recomendable! Los churros y buñuelos de Mesa de Origen también son un dulce pecado para probar.

 

 

 

 

 

 

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Y para terminar este día soñado, reservamos el momento del spa para el final. Desconexión total y absoluta. Inspirado en la medicina ancestral, el spa ofrece tratamientos prehispánicos para un bienestar completo. Amomoxtli también cuenta con un temazcal milenario para reconectar con uno mismo.

Este lugar místico, ubicado en un entorno natural, dispone de cabinas cerradas o al aire libre, una experiencia que hay que vivir una vez en la vida. Cuenta con un menú de masajes muy amplio, donde destaca el ritual desintoxicante copalli, con romero y toronjil, o el baño sagrado de Mayahuel, terapia de belleza que consiste en un delicioso y tibio baño con pulque; este elíxir prehispánico ayuda a ajustar los ciclos del sueño, es un excelente hidratante para la piel y combate todo tipo de microorganismos, dejando una piel muy suave, además de recibir la dulzura de Mayahuel, la miel. Al terminar se aplica un gel de sábila herbal para hidratar y aromatizar la piel. Sin duda y de forma personal, uno de los mejores masajes que he recibido en toda mi vida. El spa de Amomoxtli es un lujo con lo que soñamos cada día.

 

 

 

 

 

 

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Te recomendamos el paquete Experiencia Spa Amomoxtli, en donde puedes tu experiencia combinándolos hasta crear tu sesión perfecta de 80 minutos. (Puede incluir hasta 4 servicios).

– 2 noches de hospedaje

– Desayunos a la carta

– Canasta eye opener con café y pan cada mañana

– Actividades del programa Amomoxtli

Este paquete se ofrece para estancias de Domingo a Jueves.

https://amomoxtli.com/menu-spa/

 

 

 

 

 

 

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Por último, Amomoxtli ofrece multitud de talleres sin costo que fomentan el bienestar físico y espiritual, como clases de yoga, meditación, talleres de infusiones naturales, cocina natural y panadería. Tuvimos la ocasión de hacer un pan de feria delicioso junto al chef Jonathan Ortíz, una actividad muy recomendable para descubrir la dificultad que tiene crear este tipo de alimentos, aunque la recompensa final supera cualquier expectativa. Un lugar soñado para valorar el descanso y la serenidad de Tepoztlán.

 

 

 

 

 

 

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