Gentleman México vive con ZEGNA una experiencia única en la ciudad de Nueva York. A Manhattan llega «VILLA ZEGNA», inspirada en la casa original del Fundador, Ermenegildo Zegna, situada dentro de Oasi Zegna en los Alpes italianos, a pocos minutos de la fábrica de lana Zegna. Ésta no era sólo la casa de Ermenegildo Zegna en Trivero, sino también su inspiración y el lugar donde se concibió todo. Un paisaje que Zegna lleno de árboles naturales e inspiración.
Ubicada en el Upper East Side, «VILLA ZEGNA» honra el legado del conde Ermenegildo Zegna de Monte Rubello, a quien concedió este título nobiliario en la década de 1930 por el legado que creó como empresario, filántropo y hombre de negocios. El espacio asombra desde la llegada, donde se muestran los objetos que recuerdan la llegada de Zegna a Nueva York en los años 30. Después un video recorre el paisaje de Oasi y finalmente disfrutamos las prendas de la colección con el saco Il Conte como gran estrella. Una obra maestra en diferentes tejidos.
«VILLA ZEGNA» es un concepto global que sigue viajando a diferentes mercados, permitiendo a la marca compartir diferentes capítulos de su historia en cada país, a la vez que desvela el legado que creó el fundador. El viaje comenzó en Milán durante el Salone del Mobile con el lanzamiento del libro: BORN IN OASI ZEGNA, en el que se narra la visión de Ermenegildo Zegna, quien, en la década de 1930, plantó más de medio millón de árboles y construyó una carretera panorámica que conectaba las dos vertientes del paisaje montañoso de la zona en la que hoy se encuentra Oasi Zegna, el territorio natural de 100 km² situado en Piamonte, al norte de Italia, y cuna de los valores de ZEGNA. Durante la misma semana, ZEGNA también donó oficialmente a la ciudad de Milán los nuevos parterres de la Piazza Duomo, marcando el inicio de un proyecto que pretende crear nuevos Oasi Zegna en todo el mundo.
El primer capítulo fue Shangai, el 23 de mayo, con la inauguración de «VILLA ZEGNA: un oasis de lino». El segundo capítulo es NuevaYork: la LEYENDA DE IL CONTE y su viaje a América en 1938. Impulsado por un espíritu pionero, el Fundador quiso establecer sus asombrosos tejidos, que ya eran muy conocidos en Europa, en la mayor economía del mundo: América. Así pues, embarcó en un transatlántico, el SS Rex, rumbo a Nueva York para reunirse con los sastres italianos a los que consideraba los «mejores embajadores de los tejidos ZEGNA». Para conmemorar esta ocasión y estrechar los lazos con estos artesanos, organizó en 1938 una cena de gala en honor de Professional Italian Tailors of America, un acontecimiento que se convirtió en símbolo de una asociación duradera y en el inicio del legado de ZEGNA en Estados Unidos.
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