Un palacio en el Mediterráneo
Subtítulo La Costa Azul se viste de gala en el Chateau Saint-Martin. Gastronomía, paisaje, espacios de descanso y olivares. Un pequeño edén al sur de Francia.

Provenza, Alpes Costa Azul, es una zona privilegiada, donde se puede disfrutar de los pueblos bohemios por donde pasearon los artistas del siglo XX como Matisse o Picasso y vivir los placeres de la estancia de lujo del siglo XXI. Ahí, rodeado de colinas con vistas que se extienden hasta la costa mediterránea, se alza Château Saint- Martin & Spa, Oetker Collection es un palacio histórico envuelto por la naturaleza.

Un lugar lleno de historia que se ex- tiende a poco más de 900 años. Desde el siglo XII, cuando el Château pertenecía a los Caballeros templarios, un enclave favo- rito para reyes, ejércitos y gobernantes, sus alojamientos destacan por los interiores iluminados y las vistas de la Côte d’Azur desde Niza hasta Cannes.

Las suites incluyen balcones, mientras que las villas de estilo provenzal, localizadas a un costado de la montaña, sin duda ofrecen mayor privacidad. Los placeres de esta estancia se viven con los cinco sentidos, desde el oído con el sonido de los pájaros al amanecer, la vista de un paisaje sin igual y hasta el gusto de la alta cocina galardonada con estrella Michelin. El tacto nos espera en el wellnes con la garantía de la firma La Prairie.

El galardonado Le Saint Martin ofrece vistas del Mediterráneo y destaca los pro- ductos de temporada. L’Oliveraie es un restaurante de verano que se encuentra cerca de una arboleda de olivos que se destaca por la cocina de la región con el aceite, las verduras, los pescados de una gastronomía sana y llena de sabor. La experiencia se extiende, si queremos disfrutar de un coctel nocturno con vistas a la Côte d’Azur, recomendamos visitar Le Rossini. Para los amantes del vino, catas de apreciadas etiquetas en la torreta Oenothèque, o en las antiguas bodegas.

El tacto sublime, como hemos señalado, nos espera en su espacio wellness. Spa Saint- Martin by La Prairie es un destino en sí mismo. Un equipo de terapeutas expertos trabaja su magia con la ayuda de la innovación en el cuidado de la piel, un lugar para reponer fuerzas, sanar y revitalizarse, a la altura de los mejores Spa del mundo. La ubicación del hotel nos permite paseos maravillosos a pueblos pintorescos de la zona. Además se puede visitar el Museo Matisse de Niza, o La Chapelle du Rosaire sobre Vence, una localidad que merece una visita pausada.

No hay que perderse la visita a la ciudad de Grasse, capital mundial de los creadores de perfumes, sus campos, usados por Chanel para crear sus fragancias son un espectáculo en cualquier época del año, en especial en otoño y primavera. Un paraíso para los crea- dores de fragancias desde el siglo XVII. Merece una excursión la fortificada ciudad medieval y los jardines botánicos de Mougins y Eze. Estamos sin duda ante uno de los mejores hoteles de la Riviera francesa.