El uso del emblema de un ciervo de 12 puntas en cada una de las botellas del whisky The Dalmore es sinónimo de excelencia y coraje.
Y es que, en 1263, un antepasado de la familia Mackenzi –los primeros en comprar la destilería en 1867– había salvado al rey Alexander III de ser embestido por un ciervo. En agradecimiento, el Rey le otorgó el derecho de usar el emblema del ciervo con cornamenta de 12 puntas, un poderoso símbolo real escocés que desde ese momento se deja ver en todas las botellas de este whisky que tiene su propia categoría: Luxury Single Malt, algo en lo que son pioneros desde 1839, año en que fue fundada la destilería The Dalmore.
Pero no sólo la fuerza del ciervo es lo que ha dotado de éxito a la firma, también lo es su técnica de añejamiento multibarrica. La malta se deja reposar en seis distintos tipos de barrica como la ex-bourbon, la de Jerez Matusalen Oloroso, la de Madeira, la Marsala, la Oporto Twany y, por último, la de Cabernet Sauvignon. Sin duda el resultado es un espectro de sabores complejo, único y suntuoso que se puede apreciar, por ejemplo, en su botella King Alexander III. Otro secreto de The Dalmore es Richard Paterson, maestro destilero que desde hace poco más de 50 años se encarga de supervisar la curación de barricas que resguardan al whisky.
La colección de The Dalmore es amplia y generosa. Va desde un excelente whisky con añejamiento de 12 y hasta 18 años en siete distintas etiquetas.
Destacamos Cigar Malt Reserve con aromas como canela y frutos rojos, así como notas de plátano y helado de vainilla, que lo hacen perfecto para maridarse con un puro, de ahí su nombre. Además, cuenta con una colección de lujo que reúne destilados con hasta 50 años de reposo en barrica.