Sir John Young, conocido como Jackie Stewart, es un mito del automovilismo, por sus proezas, su personalidad elegante dentro y fuera de la pista y su defensa del mundo del motor como deporte de nobleza y tecnología. El Testimonial Rolex y leyenda del automovilismo, reflexiona: “Pocos deportes han sido bendecidos con relaciones a largo plazo como la de Rolex y el automovilismo.
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La marca de relojes suizos se alinea con la excelencia en todos los esfuerzos que apoya y Rolex continúa liderando el mundo en ese sentido“. Su cariño por México y el automovilismo en nuestro país le convierte en un persona querida y cercana, con quien hemos tenido el privilegio de compartir varios campeonatos de Formula 1® en la Ciudad de México.
Sir Jackie Stewart ganó el Formula 1 Grand Prix de Monaco tres veces entre 1966 y 1973. Apodado el «escocés volador», es considerado uno de los mejores pilotos de todos los tiempos en pisar un coche de Formula 1®. Fuera de la pista se convirtió en un defensor a ultranza de la seguridad vial en el automovilismo. Como Testimonial Rolex durante casi 50 años, sitúa Mónaco en la cima del éxito de su carrera y lo recuerda como el Grand Prix más elegante, colorido y fascinante de todos.
Cuando hoy mira su reloj Rolex, rememora todos sus logros y el hecho de que llegó a ser lo suficientemente bueno y rápido como para habérselo ganado. Lo más importante que aprendí como piloto del Grand Prix fue cómo controlar la mente. Me di cuenta que si conseguía dejar de lado las emociones, tendría menos probabilidades de cometer errores, de esta manera me concentraba exactamente en lo que quería hacer. En la mayor parte de las victorias que logré, me conseguí imponer en las cinco primeras vueltas porque los demás estaban demasiado tensos, nerviosos, concentrados. Así que, antes de meterme en el cockpit del coche, dejaba las emociones a un lado, lo cual fue muy importante en Mónaco, un Formula 1 Grand Prix que he ganado en tres ocasiones.
Confiesa que cuando quedó clasificado para las 500 millas de Indianápolis, en 1966, ganó 35 mil dólares. Y se dio un capricho, se compró un Rolex de oro de 18 quilates. Dos años después Rolex le propuso ser su Testimonial. “El Rolex Daytona que llevo lo obtuve en Mónaco a finales de los 60 por haber conseguido la victoria en esa carrera legendaria. Lo he conservado todos estos años y aún sigo llevándolo a menudo. Es un reloj clásico que me recuerda los viejos tiempos y el Grand Prix más elegante, colorido y fascinante de toda la temporada.”
Era la época del glamour en las carreras Jackie recuerda con nostalgia, elegancia y estilo “Todo el mundo acudía al Grand Prix de Mónaco: estrellas de cine, The Beatles, Steve McQueen, Peter Ustinov, Bette Davis y muchos otros. Incluso Sean Connery vino un año conmigo. Era el paradigma de todo lo que representaba la Formula 1® y lo que eran las carreras de Grand Prix. Una victoria en Mónaco suponía algo muy especial. Además, en aquella época, la gente se vestía con una gran elegancia. La Princesa Grace y el Príncipe Rainiero siempre organizaban una fiesta en palacio el sábado por la noche.
Sentarse al lado de la Princesa Grace y poder hablar con ella era como estar en un sueño. El reloj encarna todo lo que Montecarlo representa y su legado”. Sin duda al piloto el reloj le evoca muchos recuerdos “Hoy en día, casi 50 años más tarde, el reloj continúa recordándome que llegué a ser lo suficientemente bueno y rápido como para habérmelo ganado.
Representa algo que se conserva el resto de la vida y que pasa de unas generaciones a otras en una familia; mis dos hijos han heredado relojes Rolex que antes me pertenecieron a mí y que ahora mis nietos van a recibir. Cuando me uní a Rolex como Testimonial, en los periódicos y revistas se podía ver un anuncio de Rolex donde se leía “Si mañana usted hablara aquí, llevaría un Rolex”. La imagen que se mostraba era la de las Naciones Unidas. Me parece una declaración magnífica. Cuando empecé a llevar mi Rolex, sentí que estaba prosperando en la vida”.
Gran deportista y competitivo, está orgulloso de sus triunfos, pero no deja de ponerse retos cada día, siempre cerca de la calidad, la excelencia y la exigencia, “Haber llegado a ser campeón es algo estupendo. Siempre quiero ser el mejor en todo lo que hago; aún hoy día esto sigue siendo un reto para mí. Cuando miro mi Rolex, veo todo esto reflejado en él. Representa un primer paso hacia la pertenencia de algo de auténtica calidad, algo que he logrado porque me lo he ganado. Para mí, hoy es tan importante como lo fue cuando me lo dieron hace muchos años en Mónaco”. Desde su juventud estuvo vinculado al mundo del motor, ayudaba en el negocio familiar, un taller de reparación en Escocia, que posteriormente evolucionó a ser distribuidor de autos Jaguar.
Fue el mejor en una época dorada donde había pilotos como Graham Hill, Jim Clark, Jack Brabham, Jochen Rind, Chris Amon. Como él dice “todos corríamos al mismo tiempo”. Paseando por el autódromo, en una de sus múltiples visitas al Gran Premio de México nos encontramos con otra leyenda, el brasileño Emerson Fittipaldi. En esa época de éxito en la que corrió 99 carreras y ganó 45 pódiums, también tuvo su pensamiento para la seguridad de todos los pilotos y su iniciativa salvó vida.
A partir de fines de la década de 1960, Stewart organizó protestas de pilotos de Formula 1® para exigir mejores condiciones de seguridad, en una época en la que frecuentemente ocurrían muertes y lesiones graves como consecuencia de choques e incendios en las pistas. Propuso el uso obligatorio de cascos integrales, cinturones de seguridad y buzos anti flamas, la creación de zonas de escape, barreras de protección y centros médicos en los circuitos, y la presencia de equipos de rescate y atención médica en cada prueba.
Esa labor es de las que está más orgulloso, y tuvo que luchar contra la resistencia de muchos, entre otros la de los propietarios de los circuitos. Su amor por México lo demuestra cada temporada acercándose al autódromo de los Hermanos Rodríguez, este año le hemos echado de menos, pero sin duda su lección de vida sigue vigente, su apuesta siempre por la calidad “por ser mejor cada día”.
ROLEX Y EL MOTOR
Una larga trayectoria en el mundo del automovilismo, cerca de un siglo en los mejores circuitos del mundo. Los estrechos vínculos de la firma relojera suiza con el deporte del motor se remontan a los éxitos del récord mundial de velocidad en tierra de Sir Malcolm Campbell en la década de 1930, cuando se convirtió en el primer conductor en romper la barrera de las 300 mph (483 km / h) al volante de su automóvil, Bluebird. Desde entonces, la presencia de Rolex en el automovilismo ha crecido de manera constante y su apoyo se ha extendido a eventos de resistencia venerados, como la Rolex 24 At DAYTONA, las 24 Horas de Le Mans y el Campeonato Mundial de Resistencia de la FIA.
En 2013, Rolex se asoció con la Fórmula 1®, el pináculo del deporte del motor, después de haber apoyado al Testimonial Rolex, Sir Jackie Stewart desde, 1968. El tres veces campeón del mundo de pilotos de Formula 1® de la FIA se ha unido a compañeros de alto rendimiento del mundo del motor como: Tom Kristensen, nueve veces ganador de las 24 Horas de Le Mans; Mark Webber, ganador de múltiples carreras de Fórmula 1® y Campeón Mundial de Resistencia de la FIA 2015; y Nico Rosberg, campeón mundial de pilotos de Formula 1® de la FIA 2016. La marca también tiene un aprecio global por los eventos automotrices clásicos incluidos el Pebble Beach Concours d’Elegance®, A Motorsports Gathering, Rolex Monterey Motorsports Reunion por mencionar algunos.
TIEMPO SUPERLATIVO
El Rolex Oyster Perpetual Cosmograph Daytona desde su nacimiento en 1963 es sinónimo de deportividad, ya que atiende a las exigencias de los pilotos en la pista al poseer un bisel con escala taquimétrica y un confiable calibre 4130 enteramente creado por Rolex, que ofrece una certificación de cronómetro superlativo. Rolex Oyster Perpetual Cosmograph Daytona es, además, distinguible por su caja Oyster que garantiza una hermeticidad de hasta 100 metros. Un cronógrafo histórico que de sólo verse transmite toda la potencia y adrenalina que se vive en el mundo motor. En la imagen una pieza en caja de acero Oystersteel de 40 mm con bisel Cerachrom negro con escala taquimétrica grabada. Ofrece una reserva de marcha de 72 horas.
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