Tequila Don Julio mira a sus raíces, pero tiene tradición en innovar, en ser una firma pionera en el universo del tequila y ahora nos presenta una creación que rescata todo el espíritu de su fundador Don Julio González, con su generosidad, su búsqueda de la excelencia y su pasión por el tequila. Última Reserva, representa ese legado y más. Proviene de la última cosecha plantada por el mismo Don Julio González en compañía de su familia, es la máxima expresión de la tierra donde nace y del proceso artesanal que le ha dado gloria. Es un legado histórico. Para hablar de esta maravilla conversamos con Cynthia García Espinoza, responsable de Tequila Don Julio para Diageo en México, y Karina Sánchez, embajadora global de Tequila Don Julio, ambas conocen de cerca el nacimiento de este líquido único.
Los Altos de Jalisco son las tierras donde nacen los extraordinarios tequilas de Don Julio.
Nos explica Karina qué hace de Última Reserva un tesoro: “Don Julio Última Reserva es un tequila muy especial para nosotros porque representa el último legado que en vida nos dejó Don Julio González, porque está hecho de una cosecha de agave que el mismo Don Julio plantó, jimó, después destiló y guardó en una reserva especial. Años después tomamos este líquido para hacer un proceso para tener Última Reserva. Es un tequila extra añejo, que tiene un método solera que va pasando por barricas de distintos tipos de madera y procesos de añejamiento, y al final tenemos este tequila extra añejo que va desde los 36 a los 40 meses”.
El agave Weber azul es recolectado por los jimadores con maestría.
Y añade diciendo que la tierra de donde nace “procede de una cosecha especial de agaves que tenía Don Julio y lo que conecta con nosotros es que Don Julio tenía una profunda devoción por la tierra, para él una parte fundamental del proceso de un buen tequila son los agaves, porque de ahí viene todo. Nuestro tequila está únicamente hecho con agua y agave, tienen que ser agaves de extraordinaria calidad”, sentencia Karina. Y nos describe la magnífica presentación: “esta botella representa esta pasión que Don Julio tenía por la tierra y sus frutos, un líquido que nosotros ahora tenemos destilado y envasado en esta botella tan especial de última reserva”, efectivamente estamos ante una botella que es una escultura, una obra de arte. Y continua, “esta botella es alargada, a diferencia de las otras botellas que tenemos de Don Julio, porque representa la penca del agave, y en la parte de abajo vemos la forma de una piña de agave como si estuviera jimada y la penca se alza hacia arriba, esto hace mucho sentido, ya que conecta con esta cosecha excepcional de Don Julio, es un símbolo”.
Karina nos explica la ubicación de esta cosecha, “estos agaves, están en la región de Altos, Jalisco. Donde está la mayoría de nuestros agaves y donde Don Julio los plantó y cosechó. Nosotros estamos muy orgullosos porque decimos que Atotonilco es tierra de Don Julio González. Porque Don Julio es de las primeras tequileras que se establecieron ahí”, comenta de manera orgullosa.
Tequila Don Julio Última Reserva celebra 80 años del legado de Don Julio González.
Esta botella celebra 80 años de legado, mismos que Cynthia explica muy bien, “cada década hemos tenido una nueva edición especial para conmemorar esta trayectoria de Don Julio, por eso esta edición tan especial, limitada, la estamos lanzando en el año en el que se conmemoran 80 años que Don Julio González se inició como tequilero”. Karina nos desvela algunas de las sorpresas que nos vamos a encontrar tanto con la vista, el olfato como el gusto, al conocer esta maravilla, “primero te vas a encontrar con un líquido que tiene un color dorado, más oscuro que otros tequilas más reposados. Lo anterior, gracias al sistema de solera, eso le otorga más color. En cuerpo verás que es robusto por esos taninos que tiene, en notas de aroma te vas a encontrar con chocolate amargo, frutos secos, de madera, roble tostado, alguna notas ligeramente especiadas de agave cocido, que es una nota nuestra muy característica, algo de vainilla, notas de miel.
Exterior de la finca donde nace Tequila Don Julio.
Esto es lo más destacado de Última Reserva”. Relata con claridad. Otro valor que vale la pena destacar es su producción limitada, y Cynthia lo subraya, “le llamamos producción limitada porque el método Solera nos hace producir durante una serie de años, pero de manera limitada”, y nos hablan de la madera que utilizan, “ son barricas de ex bourbon que son las que habitualmente se usan para añejar los tequilas en Don Julio, roble blanco americano, y añadimos una barrica donde se añejaban vinos de Madeira, en esta última criadilla que hacemos toma notas dulces, típicas de estos vinos de Madeira y su personalidad, que marca una diferencia en perfil y en notas”. Y agrega, “los valores diferenciales es que tienen aromas complejos, el método Solera que aporta taninos le van a dar un balance distinto”. Karina resalta que “es más complejo porque tiene un proceso distinto de añejamiento y te da más notas, de frutos secos, más variedad”.
Tequila Don Julio última Reserva, llega en el 80 aniversario de la firma y reúne en una sola botella todo el legado histórico creado por Don Julio González.
Sin duda estamos ante un líquido de alta gama y preguntamos por el maridaje a Sánchez, “yo lo haría con un postre, pero que no fuera muy dulce, mejor de chocolate amargo o quizá con algún mole con notas de chocolate que puede ir bien con Última Reserva o definitivamente solo porque es para degustar, para saborear, paladear y encontrar matices.” Dice con orgullo.
Todo el legado creado por Don Julio González se reúne en Tequila Don Julio Última Reserva, producción limitada, con 40 meses en barrica que tiene como resultado un tequila extra añejo.
La botella, por su parte, continúa el espíritu galante y generoso, mismo que celebramos por la trayectoria de Don Julio. Cynthia destaca que “estas creaciones tan maravillosas que seguimos logrando años después, honra a Don Julio y mantenienen su tradición, respetan la forma en la que él hacía las cosas, para mantener su pasión por hacer un tequila, que es una leyenda viva”.
El proceso es otro motivo de satisfacción para la firma, como señala García Espinoza, “respetamos desde la siembra, a la jima, la cocción, la fermentación, todo el proceso, a pesar de que es una marca que ha crecido a nivel global y ya está en todos los rincones del mundo. Un orgullo, que permanezca esa esencia del tequila y esa forma en que Don Julio amaba hacer el tequila, eso lo queremos rescatar. Eso crea el primer tequila de gama Premium”.
Fuera de México otros mercados aprecian este tequila, Cynthia lo detalla, “en el mundo la categoría que más crecimiento tiene es súper lux y ultra deluxe, como 1942 o Última Reserva que son exportadas al mundo con gran relevancia y se vuelve una apreciación del mundo del tequila, desde un punto de vista de fine drinking, el consumidor quiere opciones para probar y disfrutar de la mejor forma nuestros destilados, lleva este gran líquido y la historia y la figura de este pionero mexicano, estamos cambiando fronteras y percepciones en el mundo”, añade
“Tenemos el espíritu innovador, hicimos el primer añejo cristalino, el primer tequila de lujo del mundo y este tequila extra añejo tan especial. Es el reto de ir siempre haciendo una disrupción y que nos beneficie como mexicanos”. Karen subraya las tres devociones de Tequila Don Julio: proceso, devoción a las personas –por eso se hizo la primera botella “chaparrita” para dar más importancia a las conversaciones, una botella que te permite contacto visual con el comensal y ahora esta botella que se ve más elegante y estilizada, un producto de lujo–y, además, representa la devoción de Don Julio González por la tierra y por los agaves, que seguimos preservando como parte de nuestro legado”.El terroir es importante, le preguntamos, “es correcto” confirma Sánchez, “algunos terrenos tienen micro climas, altitud, latitud, propiedades del suelo, en el caso de la tierra de Atotonilco y la tierra de los Altos hay un microclima soleado y noches frías, perfecto para que los agaves puedan crecer de forma óptima y un suelo con minerales adecuados que le aportan a la piña características especiales”.
El proceso de añejamiento de Tequila Don Julio se hace por arriba del estándar, “si 36 meses es lo indicado para hacer extra añejo, nos vamos a 40 meses, eso te hace sacrificar cantidad por calidad y hay que invertir más tiempo, pero jamás sacrificamos calidad por cantidad”, dice contundente Karina. Y concluye: “Tequila Don Julio busca siempre cómo sorprender a sus clientes con productos de calidad, es un buen regalo de aniversario para la trayectoria de Don Julio González, que hace un tributo a nuestras devociones por la tierra, el proceso y la personas”.
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