Originaria de Perú, su trabajo se puede ver en Suiza, Italia o Gran Bretaña.En estos tiempos de pandemia, echa de menos los abrazos y los besos, pero no le ha faltado trabajo, “Me encanta lanzarme en una nueva aventura”, una mujer con coraje que ha crecido en el Pacífico y ahora vive en los Alpes, “señal de que no hay límites”, confiesa con orgullo.
“Soy una mujer con las diferentes gorras que nos han puesto los hombres: madre, esposa, trabajadora, hija…”, subraya y añade, “Me parece destacado la importancia de mis orígenes, me siento peruana, aunque cuando estoy en Lima me siento italiana. Pero tus raíces salen, mi estilo no es ni italiano ni europeo, es diferente y eso está en tus orígenes”. Sentencia.
“Creo que toda la cultura latinoamérica es muy reconocida por los europeos, hasta la gastronomía y en Euro- pa hay mucha curiosidad por todo esto, la gente aprecia ese toque diferente, soy hija de italiano y peruana, pero vivo en Suiza, y la mezcla enriquece”. “Mis trabajos son interesantes, cuando el cliente es interesante, es fruto de un trabajo, de una convivencia, una complicidad. Ellos te nutren y tu le nutres”, explica.
Cuando habla de materiales destaca que emplea mucho el instinto. Por ejemplo cuando está preparando una villa en el campo, habla primero de los materiales: maderas, metales, telas, después ya muestra el plano y el proyecto, “la madera siempre está presente, la piedra también y mi amor por el textil, quizá por mi origen pe- ruano, pero las telas te dan el calor en la casa, parto de lo más duro, muros, piso, paredes, sólidos, y después entra la calidez del textil”.
Me dicen, la “principessa dell ́illuminazione”, dice con orgullo, “no sé por qué, no soy una técnica de la iluminación pero si está presente, “me viene muy natural, la iluminación con objetos decorativos y artísticos son los que te dan armonía en la noche. Antes de la pandemia, salías por la mañana y volvías en la noche, que es cuando más vives la casa. En Europa el invierno es largo y la noche llega muy pronto, lo que me gusta es que la iluminación creas esculturas con las lámparas. Hay mucha variedad en el mercado, vintage, por ejemplo” y añade: “También he diseñado lámparas, me gusta dibujar objetos para cada proyecto…aunque todavía no lo comercializo”, sonríe.
La importancia del arte aparece en su interiorismo, “mis clientes casi todos tiene sus obras importantes y tienen colecciones, muchos proyectos parten de las colecciones de mis clientes y necesitan paredes para mostrar, volumen y espacio para poner su obra y eso ayuda. Detrás de mí –señala durante la video llamada–, hay un a pared anaranjada con un par de dibujos de Javier Marín un artista mexicano que admiro, los compré en Pietrasanta en una exposición, desgraciadamente no tengo esculturas de Javier Marín los dibujos los compré hace quince años”, confiesa satisfecha.
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El arte forma parte de los objetos de sus espacios, “Una casa con obras de artistas es importante, da personalidad y retrata a quien vive, muchos son coleccionistas y los clientes están invirtiendo mucho en arte, muchas veces los guardan en bodegas por seguridad, tengo muchos clientes suizos que almacenan obras”. Su trabajo es rotundo, y elegante, hace una decoración muy contemporánea y unisex, “me lo han dicho y quizá es mi personalidad, mido1.75,y no uso pantalones, voy con mi falda a las construcciones”, aclara, “trabajo mucho con hombres, y creo ese diálogo de una manera espontánea que es parte de mi identidad.
El lenguaje femenino y el masculino me son familiares”.¿Cómo se hace habitable un castillo? Le preguntamos y responde rápido, “vivo en un castillo, mi familia es de Bolonia y en verano desde Perú íbamos a Europa a casa de los abuelos en una villa muy grande, pasaba la mitad de año en una casa solariega, y después me iba al apartamento de Lima. Las casas grandes como hogares es algo que siento muy natural, este es el tercer castillo que yo hago. Lo convierto en algo funcional con sus baños, su cocina, y trasformo su volumen en una casa habitable y cómoda. Creo que por ser un castillo no puede dejar de ser un hogar, por mi infancia, los grandes espacios, las grandes habitaciones no me sorprenden, en Castelo Camuzzi vivo donde vivió el escritor Hermann Hesse, lleno de imperfecciones, con siete chimeneas, ventanas donde entra frío, y debes entender esa imperfección y adaptarte a ella. Yo la comprendo y se me hace natural transformarla”, relata con sencillez.
“Ahora he terminado un castillo en Lugano lleno de obras con témperas y frescos, para vivienda de una pareja , y lo hemos hecho como un hogar acogedor y la familia está feliz. “Nos sentimos en casa” me dijeron, y eso es una cosa linda”, recuerda satisfecha, y afirma con orgullo, “no hago cosas, hago hogares”. Cada proyecto acompaño al cliente y el cliente me acompaña, tiene que haber una complicidad, cuando acabo una casa da pena desprenderse de ella, es como el artista que se despide de su obra, es un sentimiento fuerte cuando abandonas el proyecto, algo se te escapa”. Dice con sentimiento. Los proyectos
pueden ocuparle de seis meses a dos años según la envergadura del diseño. Autora de El alfabeto de la memorias, nos explica el título, “no es fácil”, comenta, “todo partió del recuerdo, todo el mundo me dice que tengo buena memoria, y para mí es importante, nunca tomo no- tas, prefiero recordarlo, además una casa tiene que tener una memoria, un pasado, o los objetos, que te cuentan la historias, y que a la gente evoca recuerdos. Todos tenemos visiones, cosas que nos inspiran y re- conocemos, eso sería la memoria, el poder evocador de un espacio. El secreto es crear una conexión sentimental con quien habita el espacio, por los colores y diseños, que te emocionan o te hacen sentir muchas cosas. Identidad y conexión son importantes”. Dice rotunda.
Francesca Neri fundó en 2009 FNA Concept donde acompañada de su equipo crea y modifica espacios.
Hoteles, casas, oficinas, castillos, pocas cosas le quedan por hacer, “cuando me preguntan cuál es el proyecto que más me ha gustado siempre digo el último” y destaca, “uno de mis sueños era hacer un hotel, y ya lo hice, es un mundo que me encanta, me gustaría hacer un concepto de retail, una tienda con un planteamiento nuevo, menos inglés , con más memoria y donde cada espacio sea diferente, no módulos que se repiten”, aunque reconoce, “cada ves se están creando cosas mas creativas”.
Los espacios comerciales de venta están cambian- do, donde se puede vivir una experiencia de hospitalidad de hogar, espacios donde vivir diferentes situaciones. Reconoce que la rehabilitación de espacios rurales es una tendencia. “La gente quiere vivir más lejos de la ciudad, la ciudad ahora sofoca”, afirma. Cuando emprende una decoración de una casa se siente muy libre a la hora de escoger obras y creaciones de diseñadores favoritos, uso y mezclo cualquier tipo de objetos de anticuario o diseños, uso mucho industria italiana, estoy orgullosa del diseño italiano. Sobre todo en iluminación, son extraordinarios, y se pude producir lo que uno quiera, hay muchos maestros como Van Duysen con cocinas, Molteni.
Cuando una vive en Italia, se nota el poder de la costura y la arquitecta lo tiene claro, “moda y decoración, con firmas como Missoni, Armani, van unidos, pero son dos mundos diferentes, la moda va rápido y el mundo de interior va más lento, cuando diseñas una colección de interiores debe durar unos cinco años, desde los prototipos, hasta que sale al mercado y son tiempos muy diferentes, la moda es demasiado veloz y cae en hacer objetos de moda y hace que cuando salen al mercado nacen con fecha de caducidad y el diseño ideal no tiene que tener fecha de caducidad”,explica con claridad. Reconoce que la pandemia ha hecho que todos volviéramos a descubrir la importancia de las casa, del hogar que la gente había olvidado. Nos ayuda y nos protege. El hogar es importante y hay que darle amor y atención. Y concluye: “Son palabras simples pero profundas”.
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