Izaskun Esquinca / Foto: NASA, OMEGA

Tiempo de lectura: 9 minutos

7 septiembre, 2019

 

En la historia de la relojería hay piezas que susurran haber llegado al espacio exterior. Sin embargo, sólo hay una que puede decirlo en voz alta. Omega, desde 1962 y en un hecho fortuito, se incorporó a la NASA como un recluta más en las misiones espaciales. Pero la leyenda de la llegada de Omega a las muñecas de los astronautas comenzó en 1957 con el lanzamiento del famoso reloj Speedmaster.

En aquella época, una extensión más de la línea Seamaster, como una renovación de la imagen de los cronógrafos que destacó principalmente por llevar en el bisel la escala taquimétrica, que medía en específico la velocidad de un cuerpo en movimiento. Una función muy útil cuando se está en el espacio. Sin duda, esta herramienta conquistó de manera personal a los astronautas del programa Mercury: Walter Wally Schirra y Leroy Gordon, Gordo” Cooper, quienes utilizaron dichos relojes durante sus misiones espaciales. Aunque parezca increíble, hasta este punto, el reloj no estaba considerado un accesorio indispensable para viajar al espacio.

La Tierra vista desde la Luna.

Apenas unos años después, y a propósito de los programas Géminis y Apolo, se hizo una petición sobre la necesidad de “un cronógrafo duradero y preciso”. Dicho requerimiento llegó a manos del ingeniero James Ragan, encargado de supervisar las duras pruebas a las que se sometieron los relojes seleccionados. “Comenzamos las pruebas y tanto Longines como Rolex fallaron en la primera, por lo que quedaron fuera. Así que todo lo que tenía era Omega y rezaba por que al menos un reloj funcionara”, nos comenta James durante una rueda de prensa en el evento que Omega celebró en Cabo Cañaveral, a propósito de los 50 años de la llegada del hombre a la Luna.

“Tuvimos los relojes de cada una de las propuestas que se enviaron y les di uno a los astronautas. Les dije que quería que ellos los evaluarán. El Omega superó todas las pruebas y, cuando eso sucedió, antes de anunciar quién lo hizo, volví con los astronautas para preguntarles cuál de esos relojes les gustaba. Gracias a Dios, ellos eligieron el Omega. Así que eso me facilitó mucho el comprar los relojes”, agregó James Ragan, quien ahora es vocero de la firma suiza cuando se trata de recordar los triunfos de famoso Speedmaster.

 

Certificado que avala la participación del Speedmaster en el programa Apollo en 1965.

No debemos olvidar que cada reloj se sometió a duras pruebas de temperatura, todas simulando condiciones espaciales. Era 1965 cuando el Speedmaster hizo su primera incursión en el espacio durante la misión Géminis III, y más adelante en la misión Geminis IV, durante el primer paseo espacial del astronauta Edward H. White.

Pero el momento decisivo para el Speedmaster y la conquista de la Luna llegaría en 1969, cuando se concretó el proyecto conocido como Apollo 11. Eran las 13:32 horas de un soleado miércoles 16 de julio de 1969 cuando el Apollo 11 Saturno V fue lanzado al espacio desde el Centro Espacial Kennedy de Florida. Segundo a segundo, el lanzamiento fue seguido por televisión en alrededor de 33 países, y en Tierra monitoreado por el general Charles Duke desde el CAPCOM.

El astronauta Buzz Aldrin.

“Puedes imaginar la tensión en el Centro de Control durante el aterrizaje del Apollo 11. Todos estaban pegados a sus consolas, escuchando a Buzz hablando de ellos. Se puso muy tenso el Control de la misión”, comenta el general acerca del aterrizaje en la Luna. Para ese momento, ya eran las 20:17 horas en el planeta Tierra. Los tres astronautas, los relojes Speedmaster y el Apollo 11 tenían combustible para menos de un minuto cuando llegaron a la zona conocida como Mar de la Tranquilidad, el 20 julio. “El águila ha aterrizado”, fueron las palabras de Charles Duke… Para este momento, el Speedmaster ya era el primer reloj en llegar al satélite natural de la Tierra.

 

Dieron las 2:56 horas del 21 de julio de 1969 y Neil Amstrong ya caminaba sobre la superficie lunar, aunque sin su Speedmaster con referencia ST145.012. Lo había dejado en el módulo lunar debido a que el temporizador electrónico había funcionado mal. Apenas unos quince minutos después de la caminata de Amstrong; Buzz Aldrin se convertiría en el segundo hombre en caminar sobre la Luna, portando una referencia ST105.012 de Speedmaster Professional. Fue de esa manera como se convirtió en el primer reloj en llegar a la superficie de la Luna.

 

SPEEDMASTER APOLLO 11 50TH ANNIVERSARY LIMITED EDITION

Creado sólo para coleccionistas en una edición de 6 969 piezas, es de acero pulido con una caja de 42 mm y bisel de 18 quilates en oro Moonshine. En su carátula se puede ver el logo vintage de Omega Ω, mientras que en la parte trasera se deja ver la inscripción “That’s one small step for a man, one giant leap for mankind”, palabras de Neil Amstrong. En el contador, a las 9 horas, se observa la figura de Buzz Aldrin al pisar la Luna. El calibre es Omega Co-Axial Master Chronometer 3861.

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